En septiembre de 2000 cursamos estas dos cartas al alcalde de Caguas William Miranda Marín, con copia a otros destinatarios en la prensa, la industria, el gobierno y el público en general. Al leerlas podrás enterarte de cómo la torpeza de un alcalde y sus amigos contratistas puede perjudicar el bienestar de una comunidad de maneras tan sutiles que hasta la propia comunidad afectada se engañe creyendo que sale beneficiada.
Sr. Willie- daña parques- Miranda Marín:
(Los más babosos dirán "ésta es una carta irrespetuosa" y ahí se detendrán. Los más agudos se sentirán inquietos ante el serio planteamiento de ornato y salud pública que me propongo hacer a continuación. La carta -por mis razones- será irrespetuosa, pero no es injusta.)
Usted debería despedir a los incapacitados que lo asesoran en urbanismo y ornato. Esos chancletas hacen dos cosas buenas y una mala; un saldo inaceptable para un alcalde que quiere que su ciudad sea ejemplo de atractivo visual.
En otra carta le puedo explicar en detalle. Por ahora me interesa referirme al caso de la urbanización Sta. Elvira.
Usted, en su afán de estar construyendo por todas las esquinas de Caguas para sugestionar a los electores en vísperas de elecciones, ha decidido que el último reclamo de gran alcalde constructor lo va a hacer en el parque comunal de Santa Elvira.
Compadre, no sea cabeza'e bloque, ¡usted no sabe que lo que está bien no se toca! Cuando ud. vea algo que es perfecto déjelo tranquilo. El parquesito de Sta. Elvira lleva 30 años de haber sido bien diseñado y construido para el desahogo visual urbano, y así para el recreo pasivo. (Detenga la lectura aquí y dese tiempo de pensar un rato en lo que acabo de decir. Continúe ahora.) No hay otro parque con un diseño entre espacio y estructura más acertado que ése en todo Caguas. Es un regalo al espíritu.
Da dolor ver que ya sus brigadas de trabajadores sin seso, han sacrificado LA MEJOR area de reposo del parque para levantar allí una estructura de cemento que sólo logrará lo siguiente:
1) Reducir el tiro de la vista desde todos los ángulos del parque, agravando el sentido de opresión urbana. (Lo cual contradice el propósito mismo por el cual el parque fue construído.)
2) Arruinar el diseño original del parque (lesionado anteriormente por una cancha de bolibol que Angel O. Berríos -el otro alcalde sin gustos-contruyó y cuyo único uso es albergar a los mariguaneros desde hace 15 años).
3) Cuando el peo del programa municipal que piensan albergar allí se haya disipado en uno o dos años, quedará otro esperpento de cemento donde los mariguaneros puedan orinarse o algún maleante esconderse para asaltar a alguien.
No es difícil predecir los argumentos inconsecuentes. Ya me parece ver la contestación de ustedes allá en el municipio, alabando el programa que van a poner en Sta. Elvira y diciendo que ese parquesito está muy abandonado y que lo que se proponen es revitalizarlo y toda esa rutina.
Atención, Señor Buscavotos y sus alcahuetes a quienes Dios les negó el don de apreciación estética trascendental que nos regaló a unos poquitos, atención, que yo les voy a decir.
Lo que necesita el parque de Sta. Elvira es lo que necesita todo Puerto Rico: una transformación en la mentalidad social de toda la raza puertorriqueña, para que sea seguro que niños y mujeres lo usen a cualquier hora y para que los jovenes "no necesiten" vandalizarlo. Como eso no se puede a corto plazo, vamos a lo que sí se puede: MANTENIMIENTO.
(Que yo sepa, el concepto de mantenimiento como institución y filosofía de servicio continuo nunca ha existido en la historia de la administración pública de Caguas. Desde pequeño he visto que los parques y plazas se construyen para que los elementos y la gente los destruyan después. Usted pudo -y aún puede- convertirse en el gran alcalde revolucionario que cambie eso y redefina para la historia de Caguas y de P.R. el concepto de mantenimiento.)
Como le decía, mantenimiento es lo único que necesitaba el parque de Sta. Elvira. Y si acaso, rescate de su diseño original demoliendo el daño que le hizo Angel O. Berríos.
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Usted y Carlos -Mr.Cemento- Pesquera se parecen en algo: ambos tienen mínima dosis de intuición crítica para la propiedad estética. Desde luego, son sólo políticos y no les compete tenerla; pero ud. puede aventajarlo si hace un esfuerzo por comprender los siguientes dos puntos...
1) Conozca que la habilidad sicomotora para el dibujo o la escultura no siempre es contigente a la auténtica capacidad para el diseño; ni siquiera es garantía de buen gusto común. Tampoco lo es un título en arquitectura. Por tanto, no se llame a engaño tomando por bueno el criterio de ningún escultor, pintor o arquitecto a su servicio. Busque siempre la crítica y el consenso de diversos genios del diseño y del buen gusto antes de meterle dinero a cualquier proyecto arquitectónico o de ornato... ¿Dónde los encuentra? A mi mejor entender, en la Industria Publicitaria.
2) El espacio en nuestros días de superpoblación es un lujo. En el arte lo que no se hace es tan importante como lo que se hace. No le niegue a Caguas el tener algunos espacios lujosos.
3) Como todo alcalde en este país tendrá ud. sus favores políticos que pagar. ¡Por Dios, hágalo de manera creativa y útil y no levantando adefesios por doquier!
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¿Qué espero de esta carta circular? No mucho. Acaso una contestación de la Alcaldía combatiendo sin refutar mis argumentos para salvar cara ante los demás destinatarios. Pero, en concreto, no espero ninguna acción coherente con las claras críticas que he emitido. Ni siquiera espero que allá en la alcaldía entiendan muy bien el contenido de la presente. Si entendieran, si al otro día decidieran tomar acciones reales y detener la construcción del mamaracho en Sta. Elvira y en su lugar rescatar el magnífico diseño original del parque, Willie Miranda no sería Willie Miranda, Puerto Rico no sería Puerto Rico, el Planeta dejaría de dar vueltas y el sol dejaría de alumbrar.
¿Que por qué entonces me tomo la molestia de escribir todo esto? Para sacarme la espinita, para cumplir conmigo mismo, digamos.
Ah, y como aquí todo se toma al costo político, aclaro que no pertenezco a ningún partido ni soy independentista. Y reconozco que Miranda Marín ha hecho cosas bastante lindas en la ciudad de Caguas.
att.
JUAN PÉREZ
P.D.: Mire, Don Miranda Marín, le invito a ud. a que haga el siguiente ejercicio de concientización. Vaya al parque de Sta. Elvira, siéntese en uno de los tres bancos al lado de la construcción, de espaldas al estacionamiento, voltee la cabeza hacia la derecha y fije la mirada en las casas, ahora recorra lentamente con la vista hacia la izquierda, siga por la calle que sube mientras va doblando el cuello, siempre mirando la hilera de casas a lo lejos, ahora doble el torso y reacomódese y continúe desplazando la vista por la calle que queda detrás... Poder hacer eso es una belleza, un regalo al espíritu. Y eso es lo que usted piensa destruir.
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